El modernismo en Barcelona, alcanza su máximo esplendor a partir de la Exposición Universal de 1888. En la bella ciudad catalana pueden contemplarse obras de grandes maestros, pero al mismo tiempo es posible disfrutar con numerosos edificios e incluso tiendas, como varias farmacias, representativas de esta tendencia.
La farmacia Vilardell, que ocupa una de las esquinas de la calle Pau Claris con la Gran Vía de les Corts Catalanes, contiene uno de los conjuntos más completos de mobiliario farmacéutico de estilo modernista de Barcelona.
La copa y la serpiente, características de la farmacia, son objeto de un artístico trabajo escultórico, tanto en la ornamentación de los muebles como en el minucioso tratamiento de la metalistería aplicado a las lámparas que iluminan los tres mostradores de dispensación, uno central, de caoba totalmente recubierto de obra de talla y los dos laterales, igualmente trabajados.
La copa y la serpiente, características de la farmacia, son objeto de un artístico trabajo escultórico, tanto en la ornamentación de los muebles como en el minucioso tratamiento de la metalistería aplicado a las lámparas que iluminan los tres mostradores de dispensación, uno central, de caoba totalmente recubierto de obra de talla y los dos laterales, igualmente trabajados.
La farmacia Nadal, situada en la Ramba, 121, conserva gran parte de la decoración original, del entorno de 1920. Destacan los grandes arcos de medio punto del entresuelo, con esculturas alusivas rodeados de esgrafiados.
La farmacia Casaus, situada en la calle Aribau nº 91, conserva la decoración original del 1901, tanto en la fachada como en su interior. El revestimiento de la fachada es de líneas austeras y geométricas. Las dos aberturas de acceso son de madera, con guirnaldas sencillas como motivo decorativo básico y vidrio biselado con ornamentación al ácido. En su interior se conservan las vitrinas y el mostrador.
La farmacia Enrich, situada en la calle Muntaner nº 83, fue fundada en el año 1902. En la puerta de acceso, el hierro es el elemento básico que enmarca geométricamente las diferentes vidrieras. En la parte superior destaca la decoración de guirnaldas y las líneas onduladas, en contraste con las líneas rectas de todo el paramento vidriado central, y en la parte inferior aparece de nuevo el zócalo ondulado de hierro, característico del modernismo.
Hay que destacar los tiradores en forma de rama, de hierro forjado, y dos motivos farmacéuticos grabados al ácido en los vidrios laterales. En el interior se conserva completo el aparador de madera con motivos florales en las esquinas.
La farmacia Ferrer Argelaguet está situada en la calle Roger de Llúria nº 74, y fue fundada en 1906 conforme al estilo modernista. Conserva en su interior todas las estanterías de madera con una rica decoración de inspiración naturalista, así como el mostrador y el mueble donde se cobraba. Destaca principalmente el techo, con molduras de yeso de guirnaldas y la representación de un templete en "trompe-l'oeil". En las puertas de acceso, se puede leer en los cristales el nombre de la antigua farmacia grabado al ácido.
La farmacia Guinart está situada en la calle Gran de Sant Andreu nº 306, y fue fundada en el año 1896. Conserva prácticamente intactos sus elementos modernistas. En la fachada se puede observar el trabajo de hierro forjado con formas onduladas como motivo decorativo en los extremos y cubriendo la propia madera de las puertas.
En la actualidad estas puertas son de madera, pero en origen su parte inferior era de mármol. Hay que destacar la cerámica, en amarillo y azul, elaborada en los hornos Xumetra de Sant Andreu.
La farmacia Madroñal está situada en la calle Comte Borrell nº 133, y fue fundada en 1901. Conserva elementos de principios de siglo entre los que destaca un farol de forja, que era el indicador que en aquella época se utilizaba para identificar estos establecimientos.
La farmacia Nordbeck está situada en la calle Ausias Marc nº 31. Son dignos de atención los paneles de madera con decoración floral en la fachada y el hierro forjado, así como los frisos de vidriera de colores que coronan las dos aberturas, una de la puerta de acceso y otra del aparador. En su interior también se conserva el mobiliario original, con la preeminencia de las líneas onduladas y motivos florales, principalmente en el mostrador.
La farmacia Tanganelli-Sanchís, situada en la Rambla de Cataluña nº 117, es una de las mejor conservadas y que mejor representa al modernismo esplendoroso y pujante que tuvo lugar a principios de siglo en esta parte de la ciudad.
Llama poderosamente la atención su interior, en el que abundan las cresterías, artesonados, un cordialero detrás del mostrador y un botamen de farmacia en muy buen estado.
La farmacia J. Bolós, se encuentra en la Rambla de Cataluña nº 77. Tiene una magnífica vidriera que representan un árbol con hojas y motivos vegetales. El interior está muy bien conservado, con estanterías y mostrador de caoba; detrás del mostrados puede contemplarse una zona abovedada, donde destaca otra vidriera que representa un jarrón con una exquisita decoración floral.
La farmacia J. Bolós, se encuentra en la Rambla de Cataluña nº 77. Tiene una magnífica vidriera que representan un árbol con hojas y motivos vegetales. El interior está muy bien conservado, con estanterías y mostrador de caoba; detrás del mostrados puede contemplarse una zona abovedada, donde destaca otra vidriera que representa un jarrón con una exquisita decoración floral.
La farmacia Padrell, situada en la calle Sant Pere Més Baix nº 52, es la más antigua de Barcelona.
Ha conservado el estilo modernista en vidrieras, que datan de 1894, fecha en la que el Dr. Escudé realizó una reforma.
Estas vidrieras son ovaladas, con un panel central y dos laterales que representan las típicas flores modernistas, la amapola, el lirio y el narciso, que emergen de dos albarelos y se encaraman en graciosas formas curvilíneas.
En la parte superior puede verse el nombre del primer propietario y la fecha de su fundación en 1561. En su interior se conservan algunos muebles barrocos anteriores a la reforma y una lámpara de hierro forjado que representa escudos y rosas y que ganó un primer premio en la Exposición de 1929.
La farmacia Puigoriol está situada en la calle Mallorca nº 312. Es remarcable el trabajo de carpintería, con las formas sinuosas propias del estilo, así como la combinación de vidrieras de colores.
La farmacia Diví está situada en la calle Carders nº 3, frente a la capilla románica de Marcús. Como su nombre indica, en la calle Carders era donde estaba situado el gremio de los cardadores de la lana. Las estanterías y el mobiliario son de nogal oscuro, en el interior hay un mostrador, tipo taquilla, con otras dos laterales sostenidas por unas columnas. La arquitectura es ecléctica, anterior al modernismo. Abundan los armarios verticales, con remates dorados, y en las estanterías se conserva en perfecto estado un botamen de farmacia muy antiguo. Como piezas interesantes, cabe destacar un filtro de agua francés y una lámpara modernista, que antes era de gas.
La farmacia de Joaquim Cases Parés, situada a pocos metros de la Diví, se encuentra en la Plaza de la Llana. Es de características muy similares a la anterior. Posee junto al mostrador dos taquillas modernistas de gran belleza, taquillas que existían en muchas farmacias debido al gran número de personas que trabajaban en ellas pues eran quienes preparaban los jarabes, las infusiones, los ungüentos y las fórmulas magistrales.
Podrías incluir la Farmacia Nadal, en Las Ramblas con Bonsucces. Aunque solo se conserva la fachada...
ResponderEliminarFelicidades por el blog.
Tienes razón Xavier, la fachada de la farmacia Nadal es realmente bonita. Saludos.
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