La avenida del Paral·lel ha sido históricamente la calle de los espectáculos de la ciudad de Barcelona. Del pasado esplendor artístico del Paral·lel quedan únicamente cuatro teatros, el Victoria, el Apolo, el Condal y el Molino, en restauración.Empieza tu recorrido por la calle Nou de la Rambla, desde donde saldrás a la avenida del Paral·lel. En esta esquina encontrarás el antiguo Teatro Arnau, que Serrat menciona en la canción La Carmeta, y donde la actriz y cantante Raquel Meller debutó en el año 1911.
En el mismo lugar verás La fuente de la violetera, una escultura e
n homenaje a la cantante.Si observas la acera de enfrente, verás el Teatro Apolo.
Subiendo la calle Poeta Cabanyes, llegamos al nº 25, aquí verás una pequeña taberna centenaria que se llama Quimet & Quimet, más arriba en el nº 95 verás una placa conmemorativa que la vecindad le dedicó a Serrat, ya que es la casa donde nació Serr
at.Continuamos andando y llegamos a la
plaza del Sortidor, que todavía conserva el ambiente tranquilo y auténtico de tiempos pasados, pasar por las calles de Magalhäes, Concòrdia y Margarit, por la plaza de Las Navas o la de Santa Madrona y por la calle de Blai, que es peatonal y atraviesa el barrio.Después de la visita a este tradicional barrio puedes reencontrar tu camino bajando hasta la avenida del Paral·lel por cualquier calle y continuar el paseo, o parar a tomar algo en el centenario bar Borrell, situado en el número 84.
En la acera del Teatro Apolo en dirección al puerto verás el elemento paisajístico más característico del Paral·lel, el conjunto arquitectónico industrial de las Tres Chimeneas, que formaba parte de la antigua compañía eléctrica La Canadenca, y que ahora es un parque público tras su restauración.
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