Los Jardines de Laribal, situados en el Paseo de Santa Madrona nº 2, en el barrio de Monjuïc, están formados por terrazas, caminos, placetas, pequeños estanques y una vegetación lozana y consolidada.
Una serie de terrazas sobrepuestas están unidas entre si por caminos y atajos de gran pendiente, con tramos de escaleras intercalados de diseño siempre diferente.
Pérgolas de ladrillo visto, piedra y pilares blancos dan sombra a las zonas más llanas.
La vegetación preexistente, desde plantas autóctonas hasta árboles frutales del pasado agrícola de la montaña, se integró en los jardines con un concepto de jardinería renovador y original, que sigue libremente la inspiración de los antiguos jardines árabes y de los "cármenes" de Granada, con una gran presencia de azulejos de cerámica, aguas ornamentales y el cultivo de plantas de flor en macetas colocadas en barandillas y alféizares.
El agua es la esencia del jardín, con pequeños y grandes estanques.
Para conectar la parte superior del parque con los Jardines Amargós, actualmente Jardines del Teatre Grec, Forestier diseñó una escalera inspirada en la de los jardines del Generalife, con cascadas en los pasamanos, estanques con fuentes en los rellanos y bancos de piedra para reponerse y disfrutar del frescor y el sonido del agua.
Ocupan la pendiente que va desde la parte más alta de los jardines Laribal hasta el paseo de Santa Madrona e integran la popular Font del Gat y un edificio decimonónico. Se trata de un conjunto de caminos, terrazas y rincones que se adaptan al relieve con escaleras, rampas y una cascada monumental con cuatro secciones separadas por caminos y canales, que van conectando los diferentes tramos.
-La rosaleda de la Colla de l'Arròs:
-La rosaleda de la Colla de l'Arròs:
Una glorieta de cipreses, con una pequeña fuente en el centro, marca el inicio de un recorrido que, debajo de una pérgola con pilares de terracota, conduce a un patio ovalado y recluido también rodeado de cipreses: la rosaleda de la Colla de l'Arròs. En el centro destaca un pequeño estanque cuadrangular con azulejos esmaltados, presidido en la parte superior por Estival, una escultura de un desnudo femenino en mármol que contempla la rosaleda y, más allá, Barcelona.
De hecho se trata del jardín de Sant Miquel, junto al paseo de Santa Madrona, en el que destacan tres grandes plataneros que ya existían antes de que Forestier diseñara los jardines. Al fondo, los muros de lo que antes había sido una antigua cantera confieren a esta parte de los jardines Laribal un aire recluido y claustral. Y de aquí viene su nombre. A la derecha encontramos un corredor que comunica con los jardines del Teatre Grec.
-Arte y arquitectura:
En estos jardines la escultura es notable, tanto por su calidad como por su belleza. Presidiendo la rosaleda tenemos el Estival, de Jaume Otero (1929), una figura femenina sentada, de estilo art decó y realizada en mármol, la Noia de la trena, de Josep Viladomat (1928), es otro desnudo femenino, en este caso de bronce, que representa una joven que se recoge el pelo en una trenza. Se encuentra en una placeta sombría muy cerca de las escaleras que comunican con los otros niveles de los jardines. La tercera escultura también es de una mujer y de Josep Viladomat, que la realizó en base a un original de Manolo Hugué. Se trata de Repòs (1925), un desnudo femenino de piedra, a tamaño natural, situado en una placeta circular muy cerca de la entrada que hay al lado de la Fundació Joan Miró. Cerca de la rosaleda se encuentra una fuente de cerámica esmaltada con motivos marinos, coronada con un surtidor, obra del ceramista Llorenç Artigas.
El agua de la Font del Gat mana desde la cabeza de un felino, esculpido por Joan Antoni Homs en 1918, año en el que se terminaron los jardines Laribal.
Esta fuente era una de las muchas que manaban en aquellos momentos en Barcelona y, el lugar en el que se encuentra era muy popular en la ciudad a finales del siglo XIX.
La fuente era tan popular que el periodista y autor teatral Joan Amich escribió una canción: "La Marieta de l'ull viu", que todavía hoy se canta e incluye la estrofa: "Baixant de la font del Gat, / una noia, una noia, / baixant de la font del Gat / una noia amb un soldat...".
-Donde comer:
-Donde comer:
Si paseando por los jardines te entra hambre, no hay nada mejor que comer en el restaurante La Font del Gat, situado en el interior del jardín. Horario de Martes a Domingo de 13 a 16h y hasta las 18h como cafetería (en verano hasta las 20h). Menú 12,50€.
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