El Convento de Santa Maria de Jesús, estaba situado en uno de los núcleos más antiguos de Barcelona, junto a la "Rambla de las Flores".
En 1453, Rafaela Pagès, de regreso de un peregrinaje a Tierra Santa y a su paso por Roma, obtuvo del papa Nicolás V una bula autorizando la fundación de un monasterio de religiosas terciarias franciscanas.
En 1453, Rafaela Pagès, de regreso de un peregrinaje a Tierra Santa y a su paso por Roma, obtuvo del papa Nicolás V una bula autorizando la fundación de un monasterio de religiosas terciarias franciscanas.
En Barcelona consiguieron del obispo y los canónigos de Santa Anna la cesión de la "Casa de Porta" (cerca del Hospital, actual plaza de la Gardunya), que habían dejado en 1423 las dominicas de Montsió.
La comunidad creció con rapidez, con la ayuda, entre otros, de Joana Enríquez, esposa de Juan II, esta firmó un contrato para la construcción de la iglesia con el maestro de obras Bartomeu Mas. En 1468 se contrató con el mismo arquitecto el claustro, que debía terminar a finales de siglo.
Posteriormente hacia el año 1.836 y obedeciendo las órdenes municipales, el ayuntamiento decidió edificar una plaza porticada que resultaría el sitio idóneo para la instalación del "Mercado de la Boquería".
Posteriormente hacia el año 1.836 y obedeciendo las órdenes municipales, el ayuntamiento decidió edificar una plaza porticada que resultaría el sitio idóneo para la instalación del "Mercado de la Boquería".
Actualmente, en la plaza de la Gardunya, solo se pueden apreciar sus restos y varios graffitis, pero afortunadamente, el claustro lo trasladaron, y lo podemos ver en el colegio Sant Miquel, situado en la calle Roselló nº 175, esquina Muntaner.
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