domingo, 20 de marzo de 2011

UN PASEO POR LA PLAZA DE ESPAÑA

La Plaza de España fue proyectada por Ildefons Cerdà en su proyecto de Ensanche como vía de comunicación entre Barcelona y las poblaciones del Bajo Llobregat.
Las obras se encargaron a Josep Puig i Cadafalch y Guillem Busquets, continuadas por Antoni Darder.
Diseñaron un conjunto monumental de forma circular, en torno a un hemiciclo formado por una columnata de estilo barroco, influenciada por la Plaza de San Pedro del Vaticano de Bernini.
En el acceso de la plaza que conduce a la Avenida de la Reina María Cristina se situaron dos altas torres, inspiradas en las de San Marcos de Venecia, obra de Ramon Reventós.
En el centro de la plaza, figura una fuente monumental diseñada por Josep María Jujol, con una ornamentada decoración escultórica obra de Miquel Blay y los hermanos Miquel y Llucià Oslé. De inspiración clásica, el sentido iconográfico de la obra representa una alegoría poética a España: sobre un estanque de planta triangular se sitúa un edículo con tres nichos con grupos escultóricos que simbolizan los ríos que desembocan en los tres mares que rodean la Península Ibérica, el Ebro, el Guadalquivir y el Tajo, y unas figuras de adolescentes para los ríos del Mar Cantábrico, obra de Blay.
En los vértices del estanque se sitúan tres grupos que representan los frutos y dones de las aguas: la Abundancia, la Salud Pública y la Pesca y la Navegación, obra de los hermanos Oslé. Alrededor del cuerpo central se sitúan tres columnas con diversas figuras y emblemas que simbolizan la Religión: una cruz con Ramon Llull, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola, el Heroísmo: una espada con Don Pelayo, Jaime I de Aragón e Isabel la Católica, y las Artes: un libro con Ausiàs March y Miguel de Cervantes. La obra se remata con un pebetero de fuego con tres Victorias.

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