lunes, 2 de mayo de 2011

UN PASEO POR LAS RAMBLAS DE BARCELONA

Empezamos nuestro paseo en la parte más alta de la Rambla, situada junto a la plaza de Catalunya, donde se encuentra la fuente de Canaletas, conocida por todos los barceloneses y turistas ya que existe una leyenda que dice que quien bebe agua de la fuente de Canaletas vuelve siempre a Barcelona. En la esquina que forma la Rambla con la calle Tallers tenemos la coctelería Boadas, el primer bar en Barcelona que comenzó a servir combinados de bebidas alcohólicas en el año 1933.

Más abajo, sin dejar el lado derecho, tenemos la calle del Bonsuccés que nos lleva hasta el Museu d'Art Contemporani de Barcelona y el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.

En el otro lado de la Rambla, la calle de Santa Anna nos conduce hacia la avenida del Portal de l'Àngel, importante vía comercial, actualmente convertida en una zona peatonal. Si seguimos bajando por esta avenida llegamos a la Catedral de Barcelona. Volvemos hacia la Rambla: nos encontramos ya al principio de la rambla de los Estudios; aquí se levanta el edificio de la Academia de las Ciencias y Artes, construido en 1883, y en el que se ubica el teatro Poliorama. En frente del teatro encontramos la calle Canuda, que nos lleva hasta el Ateneo Barcelonés, instalado desde 1907 en el palacio del duque de Sabassona.

Volvemos hacia la Rambla, y seguimos bajando por el lado derecho, donde encontramos, una vez pasada la calle Pintor Fortuny, la iglesia de Betlem, antigua iglesia de los Jesuitas que se incendió en 1671.

Durante el año 1680, según proyecto de Josep Juli, se comenzó a construir la iglesia actual que hace esquina con la Rambla y la calle del Carmen, a donde da su fachada principal.

La fachada lateral de la iglesia da al lado de la Rambla. En su interior encontramos una única nave, espaciosa, con capillas laterales: es la tradicional del gótico catalán.

Al lado izquierdo de la Rambla, esquina con la calle Portaferrissa, encontramos el Palacio Moja.

Cuando en el año 1702 Pere de Cartellà construyó este edificio, las murallas de la Rambla aún se conservaban, y este palacio, que estaba adosado a ellas, fue uno de los primeros edificios que obtuvo autorización para poder abrir ventanas. La fachada de la Rambla fue modificada en el año 1934, y se abrieron entonces los pórticos de la planta baja para ensanchar la acera. Desde 1981 acoge dependencias de la Conselleria de Cultura de la Generalitat de Catalunya; en el piso superior se conserva la habitación de Mossèn Cinto Verdaguer, tal como era cuando trabajaba como limosnero del marqués de Comillas, bajo el mecenazgo del cual escribió el gran poema L'Atlàntida.


Un poco después de la calle Portaferrissa, casi enfrente de ella, tenemos el Palacio de la Virreina, y al lado la antigua tienda Casa Beethoven, en la que se puede encontrar gran cantidad de partituras musicales, antiguas y modernas. Pasado el palacio de la Virreina nos encontramos con el centenario mercado conocido como mercado de la Boqueria aunque su nombre oficial es mercado de San José.

Regresamos hacia Portaferrissa y entramos en la calle Petritxol, en la que encontramos salas de exposiciones, como la Sala Parés, librerías, y las tradicionales chocolaterías.

Volvemos a las Ramblas por el Pla de la Boqueria, donde se encuentra el bonito edificio de estilo oriental conocido como la Casa del Paraigües. En el centro de las Ramblas, fijaros en el suelo, donde encontrareis parte del pavimento decorado por Joan Miró.

A la derecha, el Gran Teatro del Liceo, reconstruido siguiendo fielmente el modelo del antiguo teatro desaparecido en el incendio del 31 de Enero de 1994 y, pasada la calle Unión, aparece el edificio del Hotel Oriente construido en 1882. Si nos adentramos un poco en la calle Nou de la Rambla, encontramos el Palacio Güell, obra de Antoni Gaudí, empezado a construir en el año 1885 y terminado en el año 1889.

Al lado izquierdo de la Rambla, encontramos la calle de la Boqueria, conocida por su comercio tradicional de tiendas antiguas, y el Café de la Ópera, en frente del espacio en donde se levanta el nuevo Teatro del Liceo, uno de los cafés más antiguos que se conservan en Barcelona, inaugurado en el año 1929. A continuación viene la calle Ferran, que nos lleva hasta la plaza Sant Jaume. Siguiendo hacia adelante encontramos la entrada a la plaza Real, que, como la mayoría de espacios públicos habían sido conventos o edificios religiosos. En el centro de dicha plaza está la fuente de hierro de Las Tres Gracias y las dos faroles de la fuente, obra de juventud de Gaudí.

Yendo hacia la derecha, en el rincón sur, se encuentra el romántico pasaje de Bacardí, abierto en el año 1856, atravesado por un puente de hierro que, originalmente, tenía los cristales pintados con paisajes tropicales.

Volvemos hacia la Rambla y bajamos un poco: llegamos a la plaza del Teatro. Aquí comienza el último tramo de la Rambla: la rambla de Santa Mónica. Se le dio el nombre de "plaza del Teatro" por estar situada frente al Teatro Principal, uno de los más antiguos de la ciudad; actualmente en esta plaza hay un monumento dedicado a Frederic Soler, conocido como Serafí Pitarra, fundador del teatro catalán moderno.

Desde la plaza del Teatro, si seguimos bajando por el lado izquierdo de la Rambla, llegamos a la calle Escudellers, nombre que designa a los alfareros que durante la Edad Media se situaban en esta calle. Al final de la calle está la plaza dedicada a George Orwell, en la que se instaló un monumento surrealista, obra de Leandre Cristòfol.

Por la plaza del Teatro tenemos entrada a la Universitat Pompeu Fabra, edificio en parte rehabilitado al que se han añadido otros edificios de nueva planta. Detrás de la Universidad tenemos la nueva plaza dedicada a Joaquim Xirau, pensada, como otros espacios del barrio de Ciutat Vella, para renovar y descongestionar esta parte de la ciudad. Podríamos decir de la rambla de Santa Mónica que es el vestíbulo del puerto. Conserva todavía algunos de sus viejos edificios: la casa del fotógrafo Napoleón, el Palacio Marc, el edificio de Crédito y Docks, al fondo del pasaje de la Banca, y la Fundición de Cañones, construcción del siglo XVII, ocupada actualmente por unas dependencias militares. En el antiguo edificio de mármol del Crédito y Docks, podemos ver, añadidas a sus estatuas clásicas, las dos figuras modernas de Superman y del Androide de La Guerra de las Galaxias, que nos anuncian, en el mismo pasaje, la proximidad del Museo de Cera. El Palacio Marc de Reus conserva su fachada de austero clasicismo de finales del siglo XVIII. Actualmente se aloja en él la Conselleria de Cultura de la Generalitat de Catalunya.

Llegamos al final del recorrido de este lado de la Rambla: pasada la Fundición de Cañones encontramos la calle de Josep Anselm Clavé que nos lleva hasta la Iglesia de Mare de Déu de la Mercè, y de vuelta a la Rambla, siguiendo un poco más hacia abajo, tenemos el edificio del Gobierno Militar.

Reiniciamos nuestro recorrido bajando por el lado derecho de la rambla Santa Mónica y tenemos en primer lugar el Teatro Principal. Su particular historia atrae nuestra atención. En el año 1568, Felipe II concedió al Hospital de la Santa Cruz el privilegio de construir un teatro en Barcelona que pudiese mantener a esta caritativa institución con el producto de sus recaudaciones. Los terrenos fueron cedidos por Joan Bosch y el año 1603 se levantó un teatro de madera en el mismo lugar en que se encuentra el actual. El teatro de madera fue más tarde substituido por uno de obra que se incendió en el año 1787. Posteriormente fue construido un nuevo edificio en el que, por primera vez, se representó en el país ópera italiana. Antiguamente se le había conocido como Corral de Comedias y, más tarde, como Casa de la Ópera. Posteriormente se le dio el nombre Teatro de la Santa Cruz. El año 1847 fue objeto de una importante restauración y recibió en nombre de Teatro Principal con el que se le conoce actualmente. Sufrió aún dos incendios más: uno el año 1924 y el último en el año 1933. La forma de la fachada es curvada y tripartita, y está adornada con cuatro bustos de actores y actrices del pasado. Un poco más abajo está la calle llamada Arc del Teatre, calle típica entre las calles del "barrio chino". Esta calle une la avenida del Paral·lel con la Rambla.


Seguimos bajando y tenemos el antiguo convento de los Agustinos Descalzos del año 1626, ahora convertido en el Centro de Arte Santa Mónica, sala de arte de la Generalitat que ha conservado el nombre del antiguo convento y que en la actualidad acoge interesantes exposiciones. Al lado está la Iglesia de Santa Mònica que guarda en su interior un notable claustro barroco muy austero. Una vez llegamos al final de la Rambla tenemos las Drassanes que son las más grandes y completas de tipo medieval que ha habido hasta tiempos actuales en todo el mundo y que se conservan en perfecto estado después de la cuidadosa restauración que llevó a cabo en ellas la Diputación de Barcelona. Construidas a lo largo de los siglos XIII y XIV, han sido recuperadas después de 1939 como local público y están, en parte, ocupadas por el Museo Marítimo, creado durante la Guerra Civil (1936-1939) y abierto el año 1941. Finalizamos nuestro paseo por la rambla de Santa Mónica y llegamos a la plaza del Portal de la Pau. En frente de las Drassanes se levanta el monumento a Cristóbal Colón en conmemoración del retorno de su primer viaje a América y de su primera presentación a los reyes Fernando e Isabel en la ciudad de Barcelona. El monumento, construido en el año 1886, es obra del arquitecto Gaietà Buigas Monravà. La gran columna de hierro que sostiene la estatua del navegante y descubridor se encuentra emplazada sobre una base de piedra. En el interior del monumento, un ascensor permite subir hasta la corona de la cima, desde donde se puede disfrutar de una vista sobre el puerto, Montjuïc, las Drassanes y el conjunto de la ciudad. Al cruzar el paseo de Colón, al lado del edificio del Puerto Autónomo, una pasarela de madera ondulada llamada Rambla de Mar nos lleva, pasando sobre el agua, hasta el comienzo del Muelle de España.

Esta ruta la puedes hacer guiada los domingos a las 11 de la mañana de la mano de un guía que te contará acendotas y leyendas. El precio de la entrada es de 18 €, pero te ahorraras 6 €, si la compras por internet en Actividades de ocio.

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